domingo, 25 de septiembre de 2011

DE PERFECCIONES Y DEFECTOS.

Es creencia generalizada entre los gentiles, o sea los no iniciados, que un bibliófilo es un ser macilento y huraño, encerrado en una habitación oscura y repleta de libros maravillosos que no lee nunca. Un ser que pasa los días y las noches limpiando y sacando brillo a maravillosas encuadernaciones cuajadas de dorados. Un ser que no tolera la mas mínima imperfección en sus ejemplares. Un ser que mataría por un milímetro de margen.
No voy a decir que no existan bibliófilos de ese tipo. Gente rara hay en todas partes, incluso en la política. Gracias a ellos algunos libreros de viejo viven como el Maharajá de Kapurthala. 
Sin embargo la mayoría de los bibliófilos, por lo menos los que yo conozco, no responde a ese estereotipo.  Es evidente que a todos nos gusta que nuestro ejemplar esté en el mejor  estado posible. Claro que mimamos nuestros libros. Pero preferimos una modesta encuadernación en pergamino de época, aunque no esté en perfectas condiciones, que otra moderna "fashion top". Si nos decidimos a encuadernar, por el mal estado de la original, buscamos la encuadernación mas adecuada al libro, que no es necesariamente la mas lujosa. Cuando mandamos restaurar algún ejemplar, lo hacemos siguiendo unas normas sagradas. La restauración, siempre encomendada a un buen profesional, debe ser visible y, siempre que sea posible, reversible. Se trata de "curar" un libro no de intentar esconder sus defectos. 
Todos tenemos algunos ejemplares en nuestra biblioteca que distan mucho de la perfección. Pueden estar faltos, sucios, etc. Y sin embargo tenemos especial debilidad por ellos. Su aspecto desvalido despierta una especial ternura en nuestro corazoncito de bibliófilo.
El libro que traigo hoy es un buen ejemplo. Lo adquirí hace unos cuantos años. Entonces ya presentaba el triste aspecto que hoy tiene. Muchas veces he pensado restaurarlo. Sin embargo me resisto a hacerlo. Creo que perdería parte de su encanto. Así lo compré y así me gusta. ¿Que haríais vosotros?. Me gustaría conocer vuestra opinión sobre este asunto.


                                                                      EPICTETO,
                                                
                                                        Y PHOCILIDES

                                EN ESPAÑOL  CON
                                                  CONSONANTES




Madrid, por María de Quiñones. 1635. 16º. 1ª Edición.( fecha sacada del Colofón).





Encuadernado en pergamino de época. Estado bastante deficiente. Lomo arrugado y roto por el centro. Vértice superior derecho casi desprendido. Guardas arrancadas ( los buscadores de hojas incunables de las narices).





Portada.Remisión del Vicario. Aprobaciones, licencias, privilegios, fe de erratas y tasas (14). Numerado en hojas. Dedicatoria a don Ivan de Herrera. Razón de esta traducción. Prevención a la pluralidad de los Dioses. Numerado en páginas de la 1 a la 9, luego por hojas. 88 hojas. Seguido de: Nombre, Origen, Intento, Recomendación y Descendencia de la Doctrina Estoica. Portada propia. Paginación independiente. 47 hojas. Falto de la hoja 57 a la 80 del Epicteto.




La impresión es muy cuidada, no en balde La Imprenta de María de Quiñones es una de las mejores de nuestro país en esa época: capitulares, adornos tipográficos. Incluso la calidad del papel, teniendo en cuenta que es ese siglo se hacía muy mal papel en España, es mas que aceptable.




Epicteto, ( 55-135 ),  filósofo de la escuela estoica. No dejó obra escrita, pero su alumno Flavio Arriano, escribió parte de sus enseñanzas en dos obras, El Enchiridión y Los Discursos. (Wikipedia).






Estamos ante una obra del Quevedo erudito. Hay que tener en cuenta que D. Francisco dominaba las lenguas clásicas. Esta es la tercera traducción de Epicteto al castellano pero la primera en verso consonante, lo que obliga al traductor a ciertas licencias. Quizás lo mas interesante de la obra es la carta a D. Iván de Herrera, donde Quevedo aprovecha las enseñanzas de Epicteto para fustigar a la sociedad de su época. Es Quevedo en estado puro.








Buenas noches.

sábado, 17 de septiembre de 2011

RIOJA

Acabo de volver de una escapada a La Rioja. En estos días de pre-vendimia el paisaje es exultante. Las viñas enseñan los racimos y muestran un color verde intenso que se volverá rojizo en cuanto los vendimiadores las liberen de su precioso peso.  Debido a este cambio cromático en las vides el espectáculo es de una belleza que sorprende. En pocos días los campos se llenan de plata y rojo donde todo era verde.
Ver una vendimia es algo que aconsejo de todo corazón. Los pueblos, aletargados durante los calores del verano, estallan con una actividad frenética. Hay que vendimiar en el momento justo y cualquier retraso puede ser nefasto para la calidad del futuro caldo. Un continuo trasiego de tractores tirando de remolques llenos de uva deja un reguero de mosto por calles y caminos. El olor dulzón de las uvas impregna el ambiente. Poco a poco los depósitos de las bodegas se irán llenando de un liquido precioso, promesa de futuros placeres. Es entonces cuando la sabiduría de los bodegueros y de los enólogos ira transformado poco a poco ese zumo que, con los años, se convertirá en algo capaz de hacer llevadera esa hora de aburrimiento que siente en algún momento el hombre civilizado (según Nestor Luján si se aburre mas de una hora no es civilizado). Algo que cuando lo bebamos nos reconciliará, por lo menos un rato, con la raza humana. Algo que nos hará disfrutar aún mas de los amigos y nos ayudará a sobrellevar esa melancolía que, Dios no lo quiera, puede producirnos a veces la soledad indeseada.
Y luego están los personajes que esta tierra produce.Gente capaz de mantener una cierta lucidez después de ingerir una cantidad de vino que tumbaría a un regimiento de Húsares, mandos incluidos. Convivir unos días con ellos, si tu hígado lo resiste, es algo que no defrauda. Son alegres, generosos y hospitalarios a mas no poder.
Por no hablar de la comida. Cordero, verduras, patitas, caparrones... . Todo ello acompañado de unas guindillas verdes que harían palidecer de envidia a los chiles que tanto le gustan a mi buen amigo Marco Fabrizio. Fuego en estado puro que los riojanos se zampan en grandes cantidades con un condescendiente -Ya no hay guindillas como las de antes.¡Aquellas si que picaban!- mientras tu te atizas un litro de vino de un trago, perdiendo la poca cordura que te quedaba, en un vano intento de que tu lengua deje de ser algo parecido al Infierno del Dante ( aunque lo peor vendrá al día siguiente, en el cuarto de baño, cuando las angiospermas dicotiledóneas decidan usar la puerta de salida).
Un viaje por la Rioja para cualquier amante del vino, como este humilde servidor, tiene un mucho de iniciático. Hay una generación de jóvenes bodegueros que, a partir de pequeñas empresas muchas veces familiares, están revolucionando el concepto del vino de Rioja. Jóvenes  que, desde la tradición, se arriesgan en la búsqueda de nuevos productos que, manteniendo la calidad, sean capaces de sorprender. Un paseo por los pueblos riojanos nos puede deparar, además de una cogorza de buen tamaño, muchos descubrimientos. Aquí, también, podemos confiar en la amabilidad riojana que nos abrirá todas las puertas. Es una delicia catar vinos en bodegas donde interesa mucho mas que te guste lo que estás bebiendo que la cantidad de cajas que te pueden vender. Donde paso a paso te explican, con una ilusión y un orgullo que no pueden disimular, como como hacen sus productos. Y la satisfacción evidente que sienten cuando ven que te gusta lo que te están ofreciendo.
Levanto mi copa por esa maravillosa tierra. ¡Salud!
P.S.: Me vais a perdonar que los dos libros de hoy sean franceses, pero creo que "maridan"( espantosa cursilería muy de moda entre nuestros "restauradores", otra que tal) muy bien con el texto. Francia, cuidadosa de sus cosas, siempre ha mimado (¡y cobrado!) sus vinos. Gracias a eso es fácil encontrar en el país vecino muchos y buenos libros sobre tan interesante asunto.



                     de vigne
                 en Chai...
                dessins animés
                               par
                        J.Jacques Roussau






París. Editions Delmas. 1949. 3ª edición. En folio.




Rústica editorial. Contraportada.Portada a dos tintas. Índice. Texto en rojo y numerosas ilustraciones en negro.





                                                                                                     
                                                                                                       
Número 2247 de una tirada de 3.000. Larga dedicatoria en portada (desconocido).. Exlibris de tampón en .contraportada, A. Mérigot-Vennat, propietaire-negocialt. St. Stephe (Haut Medoc).  Buen papel.

Vamos con el segundo.



                                                 MON DOCTUER
                                  LE VIN





París. Draeges Freres. 1936. 1ª edición. Gran folio.



   
Rústica editorial con solapas. Potada a dos tintas. Texto de Gastón Deris.Carta del Mariscal Petain. Índice. 42 páginas y 19 acuarelas a doble página de Raoul Dufy. Impresión a varias tintas.


          
     
Aunque sean poco mas que un folleto tengo cierta predilección por este tipo de libros. De fácil lectura, me ha hecho pasar ratos muy agradables. Estos dos, en concreto, son francamente entretenidos. El primero nos explica todo el proceso que va desde la uva a la boca del afortunado. Adornado con unos dibujos muy a tono, el texto tiene mucha gracia.




El segundo es harina de otro costal. Estamos ante una obra profundamente científica. Basándose en las opiniones de los mas prestigiosos galenos y de grandes figuras de las letras y las ciencias, nos demuestra a lo largo de sus sabias páginas las bondades del vino par aliviarnos de: 1-Las enfermedades infantiles,2-La fiebre tifoidea, 3- Las enfermedades renales, 4-La depresión nerviosa y la anemia, 5-El apendicitis,  6-La diabetes, 5-La obesidad.
Nos ilumina sobre las bondades del vino en la convalecencia ( no se muy bien de que, porque es imposible caer enfermo si se consume este caldo), para el carácter, para la moral. Su consumo nos mantendrá jóvenes y guapos. Por último, nos descubre que el vino es indispensable para escritores, artistas y deportistas ( como el Cola-Cao), y que, en definitiva, su consumo nos hará bellos y longevos.





¡Bendito libro! Yo lo haría de lectura obligatoria en todas las Universidades. 
Buenas noches.

viernes, 2 de septiembre de 2011

EN LA FERIA DEL PERDÓN



Actividad frenética en el Parque del Retiro. Va a dar comienzo uno de los momentos álgidos del Gran Show Benedictino, mas conocido como Jornadas Mundiales de la Juventud. Es la hora de que empiece la confesión masiva de peregrinos en todos los idiomas habidos y por haber.
Pero, a pesar del baño místico, España es España. Y,faltaría mas, al tinglado, que tenía que estar terminado (sin falta, oiga, sin falta) la víspera, le faltan todavía los últimos detalles.
Un grupo de obreros, jaleado por unos curillas bastante histéricos, se afana en rematar los confesionarios que se alinean en el paseo de coches.
Al cabo de unos minutos, el capataz se dirige al cura que parece que manda.
-Bueno, padre, esto está listo.
-¿Seguro?. Déjeme que eche una ojeada, que no me fío un pelo..- Contesta el aludido mientras recorre afanósamente los confesionarios.
-¡Los carteles, hombre de Dios, faltan los carteles!
-¿Cuales?
-¡Pues cuales van a ser!. Los que indican el idioma del confesor. Tenga en cuenta que van a venir jóvenes de casi todos los países.
-Eso esta hecho. ¡Mohamed!,¡Gualberto!, coged los carteles de esas cajas y colocadlos en las casetas.
Por fin todo parece estar en orden y una legión de confesores ocupan sus sitios. La ceremonia puede empezar.
En ese momento dos jóvenes de aspecto pasotilla, entran en el paseo por uno de los caminos laterales.
-¡Mira tronco!. Han puesto mogollón de casetas.
-A ver, ¡que pone en esta?...¿Estonio? Que será eso colega.
-Hay un pavo dentro. Yo voy a entrar a ver de que va.
-¡Set Kuisa ei tunnista? (¡desde cuando no te has confesado?).
-¿Tenista?¡ Quien yo?. Que pasa colega ni que me parezca al Nadal.
-¿Sa mängid?. (¿ te tocas?).
-¿Que si mango?. Lo que puedo, tronco, ayer le levantamos al chino una botella de Larios y unas Coca-Colas. ¡Vaya pedo, tío! Alucinas a colores.
-¿Kas kogu päeva? (¿todos los días?):
-¿ Que si pagué el Kas?. Tronco no pillas nada. No era Kas, era Coca-Cola, y me las llevé por todo el morro.
-¿Mitu Korda? (¿cuantas veces?).
-¿Mucha curda?. Tío. nos pillamos un felpudo que alucinas.
-¿Kas teil on sobrannad?. (sales con chicas)?.
-¡Vaya rayada tas pillao con el Kas, tronco!.¡Era Coca-Cola! y no sobró nada.
-¿Evapuhtad asju te teete seda?(¿haces cosas impuras con ellas?).
-¿Que dices tronco!¿La Eva puta? Es mas estrecha que una raya de un escocés. Y ni idea de si tiene las tetas de seda. La que las tiene fetén es la Vanessa que no veas si está buena.
-¿Kas tejiste? (¿ has fornicado?).
-¡Ya te vale con el Kas, tío!. Me voy a acabar mosqueando. ¡Y no me traje nada, coño!. Paso de ti, que estás gilipollas.
Sale del confesionario y se acerca a su amigo.
-¿De que iba eso, colega?.
-Un muermo, tío. Un colgao del Kas, que quería saber como tiene las tetas la Eva.
-Hay gente pa tó.
(Gracias al traductor de Google por la parte en estonio.)

                                 
                                                   EL   CONFESSOR
                                          INSTRUIDO
                       EN LO QUE TOCA A SU CÓMPLICE












Sin datos editoriales. Madrid 1756. En 8º.










Encuadernación en pergamino de época algo desprendida. Autor rotulado en el lomo. Restos de cintas de cierre.







Portada. Aprobaciones y licencias. Prólogo. índice. Bulas de N.. SS. P. Benedicto XIV(17). 247 páginas. Texto a 2 columnas. Adornos orlados. Tres pequeños grabados.





Impresión muy cuidada y con ciertas pretensiones (adornos, grabados), pero algo tosca, no hay mas que compararla con la edición de Antonio Muñoz del Valle, Madrid, mismo año. Parece de alguna imprenta religiosa (a mi entender tiene un cierto "estilo monjil"). Tampoco la calidad del papel ayuda demasiado. El Catálogo Colectivo, cita 11 ejemplares pero no da ningún dato del posible impresor.





 Joseph Vicente Díaz Bravo, carmelita, Doctor en Teología e Inquisidor en Navarra, es autor de varias obras de carácter religioso.






El libro es delicioso. Es la explicación de una Bula de Benedicto XIV (¡mira por donde!) publicada en 1741. En ella el antecesor de Ratzinger prohibía, bajo pena de excomunión,  a los confesores la administración de la penitencia a sacerdotes o religiosos/as con los que habían incurrido en pecado contra el sexto mandamiento (no podía ser otro). De ahí el nombre de cómplice.
A partir de ahí Fray Joseph se explaya. Después de instruirnos con sólidos argumentos y todo tipo de detalles sobre el  tipo de acciones que están incluidas en este asunto (pensamientos, ósculos, tocamientos, cópulas) nos aclara en que excepcionales casos puede un confesor administrar el sacramento a su cómplice sin caer en inmediata excomunión ( de hecho solo en caso de muerte inminente). También nos previene contra las palabras topes, que si bien solo son pecado venial en la mayoría de los casos, son peligrosísimas pues inducen a todo lo anterior,
Nos plantea, luego, algunos casos que por su rareza merecen tratamiento aparte. Entre otros destaca por su gran interés el de si un párroco de una aldea pequeña puede o no confesar a su cómplice en caso de posible peligro de muerte y sin posibilidad de encontrar otro confesor.
Lo que si demuestra este libro es la secular obsesión de la Iglesia Católica por todo lo que tenga que ver con el sexo, máxime cuando es practicado entre miembros de la institución ( y sobre todo si es contra natura). No debía de tratarse de casos aislados cuando un Papa publica una Bula al respecto . Vamos, que no hay nada nuevo bajo el sol.
En cualquier caso recomiendo la lectura de tan apasionante obra. No se si conseguirá el objetivo deseado por el autor, pero garantizo unas cuantas carcajadas.
Buenas noches.