Alguna vez os he hablado de Niko. Es mi perro. Un magnífico ejemplar de pura raza mil leches. Un día se encontró con los hijos de unos amigos míos en un pueblo costero de Cadiz y , tras olisqueos varios, decidió que le gustaban. Una vez tomada tan trascendental decisión saltó dentro del coche y ,acomodándose en el asiento trasero, se quedó profúndamente dormido. Después de dos días de infructuosa búsqueda de un hipotético dueño y, dado que no llevaba ningún tipo de identificación, se lo trajeron a Madrid.
Dos perros propios y una amplia vivienda ( por lo menos en opinión del vendedor de la inmobiliaria ) de 50 metros cuadrados no parecían las mejores condiciones para quedarse con el chucho así que empezó la caza y captura de un nuevo dueño para él. Y ¿Quién mejor que este bibliófilo incorrecto?. Le encantan los perros y le vendría muy bien algo que hacer aparte de estar todo el santo día rodeado de libracos. Total que organizaron la cita a ciegas.
Unos días mas tarde, cuando me dirigía al lugar de encuentro no las tenía todas conmigo. -Un perro ata mucho, es una responsabilidad y además, ¿con quién lo dejo cuando me vaya de viaje?-. En esas cosas iba yo pensando cuando algo me sacó de mi enmimismamiento para devolverme bruscamente a la realidad. Un animal de cuerpo cuatro tallas mayor que las patas, provisto de un rabo que le quedaría enorme a un mastín de buen tamaño se acercaba por la acera concentrado en el problema de averiguar cuanto se puede tirar de una correa de perro sin que se rompa. Correa que, por su otro extremo, asía con todas sus fuerzas el hijo de mis amigos. -¿Así que esto es el perro?- pregunté. Dándose por aludido, el animal, desentendiéndose por unos instantes del estudio de la resistencia de materiales , levantó la cabeza y me miró. Era una mirada simpática. Incluso me pareció ver un algo de camaradería en el fondo de sus ojos color miel. En ese momento lo tuve claro. “Eso” iba a ser mi perro.
Y así empezó una relación que ya va por el tercer año. El proceso de adaptación de Niko fue sorprendentemente rápido. En muy pocos días supo perfectamente cuales eran sus obligaciones diarias: ocupar el sillón mas cómodo de la casa( el mío), a que horas hay que sacarme de paseo y cual es el mejor itinerario para hacer mi entrenamiento diario de slalom tras perro, Modalidad Urbana-Circuito Madrid Centro.
Otra característica de Niko es su afabilidad. Le encanta la gente y su rabo se dispara a velocidad supersónica cuando alguien le hace unas fiestas. Solo una cosa desata su agresividad: los gatos Todos los gatos. En esto es inflexible. El único gato bueno es el gato muerto. Cuando en nuestro paseo nocturno localiza una posible presa se transforma en un leopardo (variedad paticorta) al acecho de la gacela mas grande de la sábana. Pegándose (mas) al suelo avanza sigilosamente en dirección al minino, que observa la maniobra con cierta curiosidad mientras se rasca una oreja. Pero lo poco gusta y lo mucho aburre. Al cabo de un rato hasta para el espectador mas benévolo el espectáculo de un perro haciendo el gilipollas a cámara lenta puede resultarle monótono. Si llegado a ese punto el gato decide largarse en busca de algo mas excitante,por ejemplo la gatita gris de enfrente de la farmacia, Niko, perdiendo todo el sigilo, le dedica una interminable sarta de agudos ladridos.
Una vez que ha conseguido despertar a todo bicho viviente en un radio de varios kilómetros y después de mirarme con aire de triunfo, reemprendemos el paseo en nuestro estilo habitual ( él, tirando como un descosido y yo intentando no llevarme por delante todas las papeleras del barrio).
A veces puede pasar que el gato en cuestión haya tenido un mal día y esté, nunca mejor dicho, de un humor de perros. Y que en vez de largarse decida hacer frente al peligro. En esos casos es cuando asoma la fiera que Niko lleva dentro. Lo que era lentitud ahora es velocidad. Todos sus movimientos, coordinados con la precisión de un reloj suizo, revelan que sabe perfectamente como responder al ataque.Y concentrando toda su energía en la acción salta como un resorte. Ladrar sigue ladrando, pero con ladridos sueltos, roncos, jadeantes. Debe ser que tirar de la correa lastrada con mis 80 kilos mientras huye despavorido le produce un cierto ahogo.
Ya se sabe, cosas de perros....
EL PERRO
Y LA CALENTURA
N O V E L A
PEREGRINA
POR DON FRANCISCO
de Quevedo, quien la imprimió baxo del
nombre de Pedro Efpinofa
CON LICENCIA: En Madrid : A costa de D. Pedro Joseph Alonso y Padilla, Librero de cámara de su Magestad.Segunda impresión 1763. 8º.
Encuadernación en Holandesa posterior muy deteriorada. Lomo sin nervios con cuatro filetes dobles y hierro inferior. Titulo dorado. No me atrevo a encuadernarlo por que está muy justito de márgenes.
Portada con marca tipográfica( espero), Dedicatoria, Catálhogo(16)182 páginas. Segunda obra empieza en página 97, con portada propia.Seguidas por Los Efectos de la Fuerza, página 131. Sin portada. Colofón. Justo de márgenes. Manchas dispersas.
No resisto la tentación de reproducir entero el catálogo de libros que me parece muy interesante.
¡Quien pillara unos cuantos!
La novela, que consiste en un disparatdo diálogo entre un perro y la Calentura, absolutamente desternillante. La acidez y la mala leche de D Francisco, o de Pedro Espinosa, sea cual sea el autor, hay opiniones para todos los gustos, brillan desde la primera página hasta la última. Lo que si está claro es que si no es obra de Quevedo merecería serlo.
Empecemos por unos consejos prácticos:
"Destruya Dios las lenguas mentirosas, que aún a Judas hacen fiesta, con octava, y lo disculpan, diciendo que tenía tanta hambre, que desgranaba espigas, y que pidiendo por Dios, apenas le dieron para una soga..."
"Hermana, mira, que es panderada estar en cueros y con guantes; si quieres tragar centeno, hazte albarda; y si quieres que te besen el pezón hazte melón."
"Creeme que la raza de perro, amor de ramera, caudal de labrador, reales de Pirulero, no pasan de tres años"
Y ahora unas normas elementales de urbanidad:
"...ni hagas perdigones con la cera del oído, aunque sea con intención sincera, ni hagas balas con lo que sacas de las narices, para matar a un Cristiano, ni comas a dos carrillos, que parecerás viento de reportorio..."
"Repara también hermano en que el amor hace mucho, y el dinero lo hace todo. A cerradura de hierro, abre ganzúa de plata...No importa jugar bien si pierdes..Asno cargado de oro sube a la azotea. Cuidado evita cuernos..."
Y un recuerdo a sus colegas:
"Quiero brevedad, piérdome por brevas. Acótome a Séneca, linda cal y arena, es travar las piedras con oro. Diga lo que quisiese Lope de Vega al de Feria. Solo uno en el mundo gongoriza".
La segunda obra es una serie de Odas dedicadas principálmente a animales. La letra es cursiva.
La última parte sin portada propia.
Buenas noches.
EL PERRO
Y LA CALENTURA
N O V E L A
PEREGRINA
POR DON FRANCISCO
de Quevedo, quien la imprimió baxo del
nombre de Pedro Efpinofa
CON LICENCIA: En Madrid : A costa de D. Pedro Joseph Alonso y Padilla, Librero de cámara de su Magestad.Segunda impresión 1763. 8º.
Encuadernación en Holandesa posterior muy deteriorada. Lomo sin nervios con cuatro filetes dobles y hierro inferior. Titulo dorado. No me atrevo a encuadernarlo por que está muy justito de márgenes.
Portada con marca tipográfica( espero), Dedicatoria, Catálhogo(16)182 páginas. Segunda obra empieza en página 97, con portada propia.Seguidas por Los Efectos de la Fuerza, página 131. Sin portada. Colofón. Justo de márgenes. Manchas dispersas.
No resisto la tentación de reproducir entero el catálogo de libros que me parece muy interesante.
¡Quien pillara unos cuantos!
La novela, que consiste en un disparatdo diálogo entre un perro y la Calentura, absolutamente desternillante. La acidez y la mala leche de D Francisco, o de Pedro Espinosa, sea cual sea el autor, hay opiniones para todos los gustos, brillan desde la primera página hasta la última. Lo que si está claro es que si no es obra de Quevedo merecería serlo.
Empecemos por unos consejos prácticos:
"Destruya Dios las lenguas mentirosas, que aún a Judas hacen fiesta, con octava, y lo disculpan, diciendo que tenía tanta hambre, que desgranaba espigas, y que pidiendo por Dios, apenas le dieron para una soga..."
"Hermana, mira, que es panderada estar en cueros y con guantes; si quieres tragar centeno, hazte albarda; y si quieres que te besen el pezón hazte melón."
"Creeme que la raza de perro, amor de ramera, caudal de labrador, reales de Pirulero, no pasan de tres años"
Y ahora unas normas elementales de urbanidad:
"...ni hagas perdigones con la cera del oído, aunque sea con intención sincera, ni hagas balas con lo que sacas de las narices, para matar a un Cristiano, ni comas a dos carrillos, que parecerás viento de reportorio..."
"Repara también hermano en que el amor hace mucho, y el dinero lo hace todo. A cerradura de hierro, abre ganzúa de plata...No importa jugar bien si pierdes..Asno cargado de oro sube a la azotea. Cuidado evita cuernos..."
Y un recuerdo a sus colegas:
"Quiero brevedad, piérdome por brevas. Acótome a Séneca, linda cal y arena, es travar las piedras con oro. Diga lo que quisiese Lope de Vega al de Feria. Solo uno en el mundo gongoriza".
La segunda obra es una serie de Odas dedicadas principálmente a animales. La letra es cursiva.
Buenas noches.
Qué bueno este libro, y que hayas reproducido el catálogo de Padilla también. El catálogo es uno de los mayores alicientes de estas ediciones. Hace tiempo leí un artículo sobre ello, y lo he vuelto a buscar ahora, por curiosidad, se puede leer por internet, dejo el enlace abajo. Veo que la versión que sale en tu libro añade unos cuantos títulos más al catálogo inicial, que no recogen los autores del artículo. Y además tiene una novela que no anunciaba en la portada, creo que una de las de José Camerino.
ResponderEliminarUn saludo
(yo soy más de gatos, pero lo hago extensivo a Niko)
http://cvc.cervantes.es/literatura/criticon/PDF/051/051_075.pdf
Te agradezco el dato de José Camarino.
ResponderEliminarUn saludo.
Bach.
ResponderEliminarOtro libro que causa envidia sincera.
¡Una preciosidad!
Me dejó muy intrigado el desarrollo del "Perro y la Calentura"
Del catálogo, qué se puede decir. bien podría ser una detallada lista de deseos bibliófilos. Me parece un dato muy interesante el cambio a letra cursiva que mencionas, con respecto a la encuadernación creo que tu decisión de mantenerla es la mejor.
Un abrazo.
Gracias Marco! Me alegro que pienses lo mismo con respecto a la encuadernación. Creo que, a no ser absolutamente imprescindible, cuanto menos se encuaderne un libro mejor. El libro es una delicia para leer, no deja títere con cabeza, además usa palabras, ya en desuso, que son una maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué importan los márgenes y la encuadernación si el contenido es como la muestra que nos ofreces!
ResponderEliminarNiko puede estar satisfecho de sentarse a tu lado mientras ojeas este libro, con su magnífico catálogo incluido, y el te ojea a ti...