lunes, 24 de diciembre de 2012

viernes, 14 de diciembre de 2012

TRES ERAN TRES

Y ninguno era bueno.
En la particular competición que disputan los dignos miembros de nuestro ejecutivo por ver quien hace el ridículo más grande había dos que parecían claramente favoritos: el titular de (des)Educación y la ínclita Ministra del Paro, perdón de Empleo.
Pero hete aquí que , por sorpresa, se nos cuela un tercero. El "outsider", que dirían los británicos. Y hay que reconocer que su entrada ha desbaratado todas las apuestas. Por qué Albertito cuando irrumpe es como la española cuando besa, irrumpe de verdad.
Su respuesta al cabreo general que ha ocasionado su proyecto de reforma de la Justicia no podía haber sido más esperpéntica. Resulta que el cabreo de jueces y fiscales es por que les ha quitado(palabras textuales) una paga extra. ¡Chúpate esa!. Cualquiera, por muy lego que sea en el asunto, que haya leído la carta que las principales asociaciones de jueces y fiscales han mandado a tan grotesco ministro, habrá llegado a una conclusión bastante evidente: que el señor, por decir algo, Gallardón ha entrado como el famoso elefante de la cacharrería y se ha llevado todo por delante con poca o ninguna idea de lo que está haciendo. Es difícil de creer que algo que ha puesto de acuerdo en su contra a todo el personal que tiene algo que ver con la administración de justicia, cosa casi imposible de conseguir en este país donde cada uno tiramos para nuestro lado, pueda arreglar uno solo de los muchos problemas que tiene la Justicia española.
En el corto periodo de un año ha conseguido algo tan milagroso como que en vez de una justicia, tengamos dos : una para ricos y otra para los demás. Por un recurso a una sentencia de divorcio 300 eurillos por, por despido 500. ¿Hay que ser sinvergüenza!
Pero la perla de tan juiciosa intervención ha sido el hacernos saber que uno de los principales problemas es el desproporcionado número de abogados que hay en España ( y eso lo dice un abogado), lo que hace que, los muy ladinos, se jarten a recurrir sentencias  para llevarse el cocido a casa. ¡Sencillamente genial!. Alguien podría aclarar a este caballerete, por que parece que se le ha olvidado, que es la Administración, gracias a su Abogacía del Estado, la que recurre por sistema cualquier sentencia en contra en cualquier  instancia y que es capaz de llegar hasta el Tribunal de la Rota con tal de no acatar la sentencia, por no añadir que cuando la sentencia es inapelable tienden a pasarse su cumplimiento por el forro de los mismos.
Cualquiera que haya tenido relación con un Ayuntamiento  o Comunidad Autónoma (sobre todo en Madrid) lo sabe. Pero sí algo tenemos claro los que vivimos en Madrid  es que Albertito de cuestiones municipales tiene muy poca idea.
Aunque bien mirado, algo de razón tiene si consideramos que de los trece ministros que tiene el gobierno actual, siete son licenciados en Derecho. Al final va a ser verdad que en este país sobran algunos abogados.
P.S. Será casualidad , pero los otros dos implicados en la carrera del disparate también son Licenciados en Derecho.



                                              G.  CABRERA INFANTE


                                                             TRES
                                      TRISTES   TIGRES


Biblioteca breve. Editorial SEIX BARRAL, S.A. Barcelona, 1964. 8º mayor. 1ª Edición.





Encuadernado en rústica editorial. Camisa con ligera restauración.




Caja protectora imitando holandesa con puntas en piel burdeos y papel de aguas. Lomo con nervios, filetes  y tejuelo. Florones entre nervios ( Camacho).




Dedicado por el autor en página de respeto, "A don Luis Bosch".




Anteportada portada. Prólogo. 451 páginas. Índice. Papel en buen estado.

No es, en mi opinión, el mejor libro del autor, aunque sea el que lo lanzó. En su momento fue una novela rompedora que, tras una rápida re-lectura,  ha quedado un poco trasnochada. Nada que ver con ¨"La Habana para un Infante difunto", "Mea Cuba" y, sobre todos, "Puro Humo", uno de mis libros de cabecera. Hay que reconocer que trasgredió, tanto en el fondo como en la forma, los cliches de la época. Es obra de juventud, es un canto a La Habana y, sobre todo es una crónica bastante salvaje de una noche habanera que se perdió para siempre. Escrita, en cierta manera, en forma de Pulp, el autor juega con el lenguaje y las palabras, algo en lo que llegaría a ser un experto. Debo reconocer, no obstante, mi debilidad por este autor al que me unen, entre otras muchas cosas, su amor a la libertad, al cine y a los buenos "tabacos" habanos.







Nacido en La Habana en 1929, murió en Londres en 2005, ciudad en la que residió los últimos años de su vida, gracias a las famosas "becas" en el extranjero que la dictadura castrista pone a disposición de sus detractores ( o te largas antes de que te pille o a la cárcel de por vida). Y eso que era hijo de comunistas y que apoyó la revolución en sus comienzos. Pero sabido es que con don Fidel no te puedes confiar y que la crítica no es algo que aprecien  "el Comandante" y afines.
Amante del Jazz, crítico de cine y fumador empedernido de puros, Cabrera es una de las grandes figuras de la narrativa latino americana del pasado siglo. Su uso (y abuso) del léxico, sus juegos de palabras, sus citas en otros idiomas pero escritas en habanero puro y duro, hacen de su lectura una experiencia sorprendente y, mucha veces, hilarante. Ameno como pocos, original y siempre rebelde, pero, sobre todo, cubano hasta la médula (por mas que les fastidie a algunos).
Buenas noches a todos (menos a Albertito).