Calor. Esa es la primera impresión al bajar del coche. Son las 2 de la mañana y la temperatura debe rondar los 30º. Incluso Nico se resiste a abandonar el fresquito del aire acondicionado. Solo cuando descubre al gato mirando disciplente desde la tapia cercana salta a la calle. Hay odios que todo lo pueden. Recojo el equipaje y amenizado por el solo para ladrido en do menor de Nico, entro en casa arrastrando maletas y chucho. Un horno. Después de abrir las ventanas en busca de la brisa perdida, rápido repaso a los libros. Aparentemente todo bien. Me acuesto pero el sueño debe estar con la brisa.
Después de una noche inquieta y sudada, me levanto tempranito y me voy a la calle para aprovechar el fresco matutino( es un decir). Me encamino a la panadería esperando esas calles desiertas del Madrid de Agosto.
Primera sorpresa. La calle está repleta por una especie de turba ruidosa con banderas de países que, en gran parte, desconozco. En un principio pienso que sean seguidores de algún equipo de fútbol. ¿Fútbol a mediados de Agosto? No me suena. Además la estética de los alegres bullangueros no coincide con la de los hinchas. Son un grupo compacto de jóvenes vestidos de gilipollas que parecen seguir a un par de gilipollas vestidos de joven.
Gorritos ridículos, pantalones cortos..¡claro!, son boy- scouts ( la OJE dejó de existir el siglo pasado). Pero no. Hay algo que me hace sospechar que no son discípulos de Baden Powell. Pronto me sacan de dudas. A una señal de los dirigentes empiezan a berrear con un entusiasmo digno de los mejores Hoolligans: "¡Esta es, la juventud del Papa!". Misterio resuelto. Son las alegres hordas benedictinas.
"¡Esta es la juventud del Papa!" Buen mensaje. Claro y directo. Por lo menos hasta que un grupo de monjas, en su mayoría sexagenarias, se unen al grupo coreando la frase con una actitud mas propia de jovencitas en un concierto de Bisbal que de Reverendas Madres.
Segunda sorpresa. Intentando huir del estrépito pontificio, intento coger el coche para para huir a algún lugar un poco retirado de los beatíficos jóvenes (y jóvenas) , Sebastopol, por ejemplo. Vano intento. Un cansado policía municipal me informa que la calle está cerrada al tráfico. Ignora por cuanto tiempo. No, no hay excepciones. Además le han obligado a suspender sus vacaciones y no parece tener mucho entusiasmo Papal. Por el le podían ir dando morcilla al "alemán ese", y en grandes cantidades. Durante unos minutos charlamos amigablemente como dos almas gemelas. La comunión de ideas en cuestión de religión une mucho, ya se sabe.
Única solución: encerrarse en casa. Problema: no hay víveres (ni bebidas, lo que es mas grave). A estas horas de la mañana, el inexistente fresquito matutino ha dado paso a un calor insoportable. No hay quien aguante en la calle. Bueno los alegres adolescentes, si. Parece que el entusiasmo les refresca. Insensibles a los 42º a la sombra nos informan a voz en grito que "!Benedicto ya esta aquí!", cosa que parece satisfacerles muchísimo. Estará aquí, pero con aire acondicionado, pienso mientras me arrastro por las tres manzanas que me separan del Super.
Un rato después y cargado con cuatro enormes bolsas que pesan como diablos ( las cervecitas y alguna que otra botella), deshago el camino hacia mi casa. Al borde de la deshidratación , y mas rojo que los zapatos de Su Santidad, me dispongo a cruzar la última calle antes del oasis hogareño. En la esquina sigue el mismo guardia. Viendo mi lamentable estado me mira con lástima y me informa que la calle ahora está cortada también para peatones.
Desesperado, y con las cervezas a punto de ebullición, paro un taxi. Tras un pequeño rodeo de dos horas por Guadalajara, Chinchón y otras poblaciones aledañas, consigo llegar a mi casa. A estas alturas y para amenizar el viaje me he atizado todas las cervezas (calientes) y media botella de ginebra, lo que ha mejorado algo mi ánimo y ha empeorado bastante mi sentido del equilibrio. Pago y después de algún que otro traspiés consigo llegar al portal. Mientras intento, con poco éxito, meter la llave en la cerradura, sale mi vecina Elena con sus cinco hijos. Con una radiante sonrisa me dice. "¡Hola vecino¡ ¿Vas a ir a ver al Papa?".
LA INGENIOSA ELENA
HIJA DE CELESTINA.
POR ALONSO GERONIMO
de Salas Barbadillo, vezino, y natu-
ral de la Villa de Madrid
Madrid: 1737. A costa de D.Pedro Joseph Alonso y Padilla, Librero de Cámara de su Mag. Se hallará en su Imprenta y Librería, Calle de Santo Thomás, junto al Contraste. En 8º menor. 3ª Edición.
Portada con escudo tipográfico. Aprobación. Poesías laudatorias (13). 319 páginas. Fe de erratas. Orlas. Algo justo de márgenes.
Encuadernación moderna en pergamino con título rotulado en el lomo.
Exlibris de Antoni Bergós i Masso (1899-1986). Abogado, ingeniero y político de Lleida. Ferviente catalanista y republicano. tomó parte muy activa en la política local durante el periodo republicano, formando parte del Ayuntamiento. Esto le valió una condena de muerte por la "justicia" franquista, posteriormente conmutada por cadena perpetua. Tras una revisión de su proceso salió en libertad cuatro años después. Vivió en Barcelona hasta su fallecimiento.
Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo (Madrid 1581-1635). Narrador, dramaturgo y poeta. Personaje típico de nuestro Siglo de Oro. Libertino y pendenciero, visitó la cárcel tras acuchillar en un duelo a un tal Diego de Persia, del que nada conozco. Satírico feroz, fue desterrado a Zaragoza por una diatriba que escribió contra jueces, alguaciles, carceleros y todo bicho viviente. Íntimo amigo de Cervantes, curiosamente censuró una edición de las Novelas Ejemplares, Valdivieso y otros escritores, acabó en la miseria después de despilfarrar todo el patrimonio familiar.
Aunque eclipsado en parte por los "monstruos" de la época ( mira que es mala suerte coincidir con los Lope, Cervantes, Villamediana, Góngora, Tirso....., así no hay quien pueda), Salas Barbadillo tiene, a mi modesto entender, una obra muy interesante. Escribió novela, sobre todo picaresca, teatro y poesía (sus entremeses son notables).
De todas sus obras esta es la mas conocida. Típica novela picaresca, su lectura es muy amena. La influencia de Cervantes es, a mi entender, muy fuerte. Hay que tener en cuenta que esta obra se publica solo ocho años después del Quijote, novela que Salas había leído sin duda (no olvidemos la gran amistad que le unía a D. Miguel ).
Buenas noches.
Historia muy divertida y formidable mente contada,
ResponderEliminara y respecto al libro muy curioso,jejejejejejjej no se deja de ser buen escritor por estar tapado por “monstruos” , simplemente te quedas sin comer
Querido Alfonso.
ResponderEliminarYa se extrañaban las sabrosas entradas con las que acompañas tus hermosos ejemplares.
La información manuscrita en la portada,me parece muy interesante El dueño de ese entonces, da aviso de quien fue el anterior propietario. Se entiende que pudiera suceder cuando hay algún parentesco entre los dos, pero por los apellidos parece que no existió. Un detalle que junto con los que mencionas hacen muy especial tu ejemplar.
Un abrazo.
Marco
Ha, ha... estas movidas que ni nos vienen ni nos van acostumbran a ponernos más en contra. Y qué mejor que agarrar uno de nuestros libros para levitar a pesar de la calor y la mística...
ResponderEliminarNo conocía el autor, y como dices qué mala suerte nacer con este elenco de escritores pero también qué buena suerte haber convivido con ellos!
Estupendo libro. A mí me encantan estos escritores (digamos que "secundarios") del siglo XVII. He leído que la literatura de esa época no está de moda ahora en el mercado del libro antiguo. No sé si será verdad, a ver si hay suerte.
ResponderEliminarParece que hoy se va ya el calor, al final va a resultar que te bebiste las cervezas en el momento justo. La palabra de confirmación que me acaba de salir cuando iba a poner a poner el comentario: "fritín". ¡Qué bueno!
Un abrazo.
Enfermolibrero:
ResponderEliminarDesde luego que se puede ser buen escritor "tapado" pero , si encima se es un tanto tarambana como es el caso, siempre se acaba en la miseria.
Un abrazo.
Hola Marco.
ResponderEliminarAquí estoy de vuelta y dispuesto a daros la lata a intervalos regulares.
¿Será que el 2º propietario pidió prestado el libro, que como es normal no devolvió, y le gustaba llevar un registro de sus victimas?. No había caído en este detalle de los exlibris, y en cierto que es curioso.
Un abrazo muy fuerte.
Galderich:
ResponderEliminarViene a ser como ser futbolista y caer en el Barça. ¡Vas a chupar banquillo hasta que te aburras, pero vas a gozar viéndoles jugar!
Entre el calor y la mística me quedo, sin duda, con lo primero.
Un abrazo.
Hola Urzay:
ResponderEliminarEspero que sea como dices y estos autores no estén de moda, a ver si así nos los ponen a buen precio (¡que optimismo el mio!).
Afortunadamente el calor nos ha dado una tregua, aunque todavía me dura la resaca.
Un fuerte abrazo.
¡Hombre! No parece el lugar más apropiado para llevar un registro de las víctimas, para eso mejor una muesca en la culata... De cualquier modo, curioso exlibris manuscrito, ya que no recoge sólo la propiedad que es, sino la que fue: ¿agradecimiento, remordimiento o deseo de apropiarse de popularidad ajena? Salvo que se conozcan datos de esos dos propietarios seguirá siendo un pequeño misterio que hará de ese pequeño ejemplar un tesoro más preciado.
ResponderEliminarEn cuanto a la intro, soberbia. Mis disculpas por la parte que me toca que, aunque yo no estuve (estaré para la feria del libro antiguo, en la que armaremos de seguro menos ruido), siento vergüenza por la parte de mi familia que fue a hacer bulto, que de eso se trataba al fin y al cabo.
Alfonso,
ResponderEliminarhistória muito divertida e que se une, com perfeição, ao livro que nos mostra. Gosto bastante do gênero picaresco, mas me custa decidir se é a Elena ou o Alfonso o anti-herói picaresco do post.
Abraços,
Angelo
PECE:
ResponderEliminarSería interesante conocer mas datos de los exlibris. Tendré que ponerme a ello a ver que consigo.
Respecto a la familia..¡a mi me lo vas a contar!, creo que el 80% de la mía andaba por Cuatro Vientos, no en balde siempre he sido la oveja negra (¡y a mucha honra!).
Un abrazo.
Angelo:
ResponderEliminar¡Mas que anti-héroe, creo que fui la victima!. En mi opinión, el genero picaresco nos ha dado muchas de nuestras mejores novelas.
Abraços.
Alfonso.
Muy bueno!
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
¡Hola Pérfida!
ResponderEliminarMuy bueno tu blog. aunque se le quitan a uno las ganas de viajar por la 66, sobre todo por la sed que yo llevo muy malamente.
Un abrazo.
Alfonso
Como siempre, muy buena entrada y muy buen libro. No digo más que todo lo que pensaba poner me lo han pisado.
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.