Una de las mayores delicias del verano es que es época de apagón informativo. por no tener no tenía ni ordenador. Ignorar por mas de dos meses las chorradas cotidianas de nuestra sufrida clase política es algo que la salud agradece. Y lo mejor es que no pasa nada, oiga. Leyendo las noticias hoy parece que ha pasado un día desde que me fui. La prima sigue dando por saco, el gobierno cagándola con auténtica dedicación, recorte va recorte viene, la oposición mas perdida que un servo croata en la Feria de Sevilla, en fin, todo igual. Bueno, todo no. Cristiano Ronaldo está triste y esto si que es nuevo. Y dramático. Si hacemos caso a la prensa especializada la tristeza del portugués debe ser algo muy grave. Se dedican páginas y páginas en periódicos, Internet y otros medios intentando averiguar las claves de tan espantoso suceso. Radios y televisiones dedican amplios espacios para informarnos al segundo de la evolución de la crisis. ¡Y yo releyendo La Peste Escarlata o Vercoquin y el planctón como si no pasase nada! Que inconsciencia la mía.
Ya de vuelta un repaso a Internet me indica que la cotización de los grandes editores españoles (Ibarra, Sancha..) soporta mal la crisis. Viendo sus precios parece que los bibliófilos nacidos al amparo de la crisis no son demasiado amantes de las bellas ediciones a no ser que estén profusamente ilustradas. A menudo se paga mejor un ejemplar muy mediocre en una encuadernación de lujo que lo contrario.. Supongo que el mercado cambia y ahora interesa mas aquello que luce bien en la biblioteca. Parece que el momento es bueno para intentar pescar algo ( que no sean atunes).
Y al hilo de lo que acabo de escribir os traigo una adquisición reciente.
SPECULUM FINALIS
retributionis noviter impreffum
IEHAN PETIT
París. Johan Petit. 1502 (fecha sacada del colofón). 8º menor. Parece ser que es la 1ª edición post incunable. Según mis referencias hay nueve ediciones incunables siendo la 1ª la de Joannes Trechsel 1492.
Encuadernación posterior (posiblemente del XIX) en pergamino reutilizado. El encuadernador (de maldita memoria), demostrando su sensibilidad y pericia, guillotinó a conciencia ( cosa demasiado habitual por otro lado) cargándose totalmente el margen superior.
Portada con escudo de Petit. Prólogo.171 folios (último desprendido). Impresión gótica de factura incunable. Subrayados y anotaciones de época. Tunel de polilla en margen inferior de principio a fin afectando ligeramente.
Resto de ex libris que no he identificado todavía. Por lo que pone " theaurizat el ignorat cui congregabit (atesora y no tiene ni pajolera idea de para quien), Salmos XXXVIII, se uede deducir que el dueño era un redomado bibliópata.
Ficha de la Biblioteca Catedralicia(?) de S, Miguel ( ¿Dijon?). La exactitud de la ubicación (hacia el final) nos hace pensar en un bibliotecario un tanto perezoso.
Bonita impresión en letra gótica de 34 lineas por página. Conserva los espacios en blanco para las mayúsculas manuscritas, muy característico de los primeros pos incunables.
Como es habitual en libros de esta época tanto la impresión como el papel se conservan en magnífico estado. ¡Aquellos molineros sabían hacer papel y aquellos impresores sabían hacer libros!.
Jean Petit fue un librero y editor parisino desde 1493 hasta 1530. Llegó a editar mas de 1.000 volúmenes sobre todo obras humanísticas y traducciones de los clásicos. Fue librero oficial de la Universidad y es una figura clave en la impresión de esa época. Hay que tener en cuenta que la imprenta llega a París hacia 1470 de la mano de tres impresores alemanes, Ulric Gering, Martín Crautz y Michel Friburger, traidos por los doctores de la Sorbona.
Aunque Petit no era propiamente impresor, tuvo a su servicio a multitud de ellos: Josse Bade, Robert Stienne, Thielman Kerver...Este libro, en concreto, fue impreso por Petrus Le Dru, impresor que trabajó con Petit en varias obras.
El libro es una descripción de lo que nos espera, en versión del autor, en el infierno. Y no resulta demasiado alegre su lectura (que no lo lea Cristiano Ronaldo que a mas de la depre le va a entrar un cague que no se le va a pasar ni con tres balones de oro). Por la minuciosidad con la que describe el tema podría utilizarse como guión de película gore. La verdad es que después de leer las especialidades de Lucifer se le quitan a uno las ganas de visitarle. Yo, por si acaso, me he comprado un cilicio y me voy a apuntar a un seminario en el Santuario deTorreciudad a ver si así compenso una vida entregada a la depravación y a la molicie.
El autor Pierre Reginaldi, teólogo franciscano, tomó parte activa en el Concilio de Basilea defendiendo, no podía ser de otra forma, la ortodoxia franciscana.
Buenas noches
Ya de vuelta un repaso a Internet me indica que la cotización de los grandes editores españoles (Ibarra, Sancha..) soporta mal la crisis. Viendo sus precios parece que los bibliófilos nacidos al amparo de la crisis no son demasiado amantes de las bellas ediciones a no ser que estén profusamente ilustradas. A menudo se paga mejor un ejemplar muy mediocre en una encuadernación de lujo que lo contrario.. Supongo que el mercado cambia y ahora interesa mas aquello que luce bien en la biblioteca. Parece que el momento es bueno para intentar pescar algo ( que no sean atunes).
Y al hilo de lo que acabo de escribir os traigo una adquisición reciente.
SPECULUM FINALIS
retributionis noviter impreffum
IEHAN PETIT
París. Johan Petit. 1502 (fecha sacada del colofón). 8º menor. Parece ser que es la 1ª edición post incunable. Según mis referencias hay nueve ediciones incunables siendo la 1ª la de Joannes Trechsel 1492.
Encuadernación posterior (posiblemente del XIX) en pergamino reutilizado. El encuadernador (de maldita memoria), demostrando su sensibilidad y pericia, guillotinó a conciencia ( cosa demasiado habitual por otro lado) cargándose totalmente el margen superior.
Portada con escudo de Petit. Prólogo.171 folios (último desprendido). Impresión gótica de factura incunable. Subrayados y anotaciones de época. Tunel de polilla en margen inferior de principio a fin afectando ligeramente.
Resto de ex libris que no he identificado todavía. Por lo que pone " theaurizat el ignorat cui congregabit (atesora y no tiene ni pajolera idea de para quien), Salmos XXXVIII, se uede deducir que el dueño era un redomado bibliópata.
Ficha de la Biblioteca Catedralicia(?) de S, Miguel ( ¿Dijon?). La exactitud de la ubicación (hacia el final) nos hace pensar en un bibliotecario un tanto perezoso.
Bonita impresión en letra gótica de 34 lineas por página. Conserva los espacios en blanco para las mayúsculas manuscritas, muy característico de los primeros pos incunables.
Como es habitual en libros de esta época tanto la impresión como el papel se conservan en magnífico estado. ¡Aquellos molineros sabían hacer papel y aquellos impresores sabían hacer libros!.
Jean Petit fue un librero y editor parisino desde 1493 hasta 1530. Llegó a editar mas de 1.000 volúmenes sobre todo obras humanísticas y traducciones de los clásicos. Fue librero oficial de la Universidad y es una figura clave en la impresión de esa época. Hay que tener en cuenta que la imprenta llega a París hacia 1470 de la mano de tres impresores alemanes, Ulric Gering, Martín Crautz y Michel Friburger, traidos por los doctores de la Sorbona.
Aunque Petit no era propiamente impresor, tuvo a su servicio a multitud de ellos: Josse Bade, Robert Stienne, Thielman Kerver...Este libro, en concreto, fue impreso por Petrus Le Dru, impresor que trabajó con Petit en varias obras.
El libro es una descripción de lo que nos espera, en versión del autor, en el infierno. Y no resulta demasiado alegre su lectura (que no lo lea Cristiano Ronaldo que a mas de la depre le va a entrar un cague que no se le va a pasar ni con tres balones de oro). Por la minuciosidad con la que describe el tema podría utilizarse como guión de película gore. La verdad es que después de leer las especialidades de Lucifer se le quitan a uno las ganas de visitarle. Yo, por si acaso, me he comprado un cilicio y me voy a apuntar a un seminario en el Santuario deTorreciudad a ver si así compenso una vida entregada a la depravación y a la molicie.
El autor Pierre Reginaldi, teólogo franciscano, tomó parte activa en el Concilio de Basilea defendiendo, no podía ser de otra forma, la ortodoxia franciscana.
Buenas noches
Alfonso,
ResponderEliminareste é um verdadeiro exemplar celestial a falar do inferno.
A veces es difícil saber donde está el cielo y donde el infierno.
EliminarEstas vacaciones... ¡faltaba el bibliófilo incorrecto para atizar a una realidad política que no hay quien la entienda!
ResponderEliminarBuen ejemplar de Jean Petit con su característico grabado inicial y con estos deliciosos vacios para poner la letra inicial. Aún has tenido suerte que el encuadernador no tomó la iniciativa y te puso el mismo las letras con rotulador, por ejemplo...
Hola Galderic. També podia haver fet servir els buits per posar la foto dels seus néts (o de la seva p .. mare).
Eliminar¡Tremenda la Diada! Potser alguns haurien d'espavilar, però no crec. Només els importa el poder.
Una abraçada.
Alfonso.
ResponderEliminarLa impresión preciosa, tu ejemplar nos da muchos motivos para reflexionar sobre los arbitrarios cortes temporales utilizados en la clasificación de libros.
Excelente adquisición.
Un fuerte abrazo
Debería estar tipificado en el código penal.
EliminarGracias.
Un abrazo
Una edición digna de empezar la nueva temporada del bibliófilo incorrecto. Me ha gustado mucho el libro, y particularmente la divisa del ex libris. Respecto a lo del margen superior y algunos encuadernadores, tengo yo uno para llevar a restaurar merecedor de las galeras para su artífice. Allí, remando. Ya te lo enseñaré. Me alegro de que hayas retomado el blog tras las vacaciones, los perezosos tendremos que ir ya poniéndonos las pilas.
ResponderEliminarUn abrazo, Alfonso.
Me estoy volviendo loco intentando averiguar de quien demonios es el ex libris. De los degolladores que podemos decir, personalmente las galeras me parecen suaves.
ResponderEliminarUn abrazote.
Ya te echábamos de menos. Después de leer lo de Ronaldo esperaba que el libro fuera alguno de Rubén Darío «La princesa está triste/que tendrá la princesa...», pero también muy acertado. Por cierto a Jehan Petit lo llamaba Le Blog du Bibliophile la FNAC del XVI.
ResponderEliminarNo es mal nombre.
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