domingo, 8 de mayo de 2011

LA PÉRFIDA

Aparte de preocuparse de la dignidad de los animales y de montar bodas pomposas y cursilísimas, los británicos han tenido, a lo largo de los últimos siglos, otra gran ocupación: hacer la puñeta a los españoles en cualquier ocasión que se les ha presentado propicia.

Apoyados por la mejor Armada de la historia y usando todo tipo de medios (algunos tan lejanos del muy británico Fair-Play como Burgo de Osma de Ulan Bator), los súbditos de Su Graciosa Majestad, que God guarde), han saqueado, robado, destruido lo que se han ido encontrando a lo ancho y a lo largo de todo mar conocido. Hecho natural si consideramos que todo inglés que se precie considera que el mundo se creó para  uso y disfrute de los hijos de Britania.

Excepto en algunos breves periodos, el estado de guerra, declarada o soterrada, fue el habitual entre las dos grandes potencias mundiales (por mucho que les fastidie a los gabachos) durante mas de tres siglos. Y las pocas veces que fuimos sus aliados, siempre por conveniencia inglesa y para jorobar al francés, pagamos su ayuda a precio de caviar iraní . Generosidad y agracecimiento nunca han sido (ni son) muy "British". No se construye un imperio con mariconadas. Mano dura y pocos escrúpulos, ese es el camino. Es verdad que durante la colonización de América les habíamos enseñado como se hacen esas cosas. Les bastó con depurar el sistema.

A lo que íbamos, salvando a Severiano Ballesteros y al vino de Jerez, perdón Xerez, los ingleses nunca tuvieron demasiada simpatía por este país. Interés, si. Nuestro oro y nuestras colonias les despertaban un profundo interés. Y, como tontos no han sido nunca, vieron que era mas fácil, a la hora de tener un imperio, robárselo a los demás en vez de fabricárselo ellos mismos. Y dicho y hecho. Durante unos cuantos cientos de años se dedicaron con gran perseverancia (esta si que es una de sus virtudes) a saquear alegremente  lo que se les ponía a tiro, nunca mejor dicho. Franceses, españoles, portugueses, daba igual. Y lo que no conseguía la Royal  (o los corsarios, léase piratas), lo conseguían sus diplomáticos. Tratado de paz que firmaban, pasta a la munchaca, que diría Galderich. Y si no se llevaban la pasta se quedaban con alguna bagatela, Jamaica, Gibraltar, etc. Y si fracasaban ambos, quedaba el recurso de sembrar la desconfianza entre sus adversarios, cosa en que los británicos han sido siempre unos maestros (con permiso de un general gallego).

¿Que como he llegado a tan firmes convicciones?.Entre otras cosas, gracias a la lectura de libros tan edificantes como este.

                                                QUATRO CARTAS

                                            DE UN ESPAÑOL
                                                     A UN ANGLÓMANO
                                                  EN QUE SE MANIFIESTA 

                         La perfidia del Gobierno de Inglaterra, como perni-
                        cioso al genero humano, potencias Europeas, y parti-
                                            cularmente a la España.





 Buenos=Ayres. En la Real Imprenta de Niños Expósitos: año de 1807. En 4º.
 La 1ª edición es en Madrid, Imprenta de Villalpando, 1795. Se hicieron numerosas reimpresiones, incluso una de ellas en Londres(!). Esta  de los Expósitos debe ser la 5ª o 6ª.




 Encuadernación moderna en holandesa de marroquín negro y papel de aguas. Lomo con cuatro filetes, título y fecha en dorado. No conserva las cubiertas originales. El encuadernador debe ser un fanático de la cizalla, porque se ha cargado los márgenes con total impunidad.




Portada. 58 páginas. Pequeña orla. Papel en buen estado. Impresión típica de los Expósitos de Buenos Aires.




Siento un especial cariño por este impreso. Además de ser la única obra que tengo impresa en Argentina antes de la independencia (1816) de ese país que me encanta, su lectura es apasionante. A lo largo de sus 58 páginas su autor, Pedro Estala, desgrana una serie de argumentos para despertar en el lector un odio feroz a Inglaterra. Aunque lo pueril de sus razonamientos consigue, como mucho, que se le coja una ligera manía a la Pérfida Albión. A cambio resulta muy gracioso el enfoque que da a la historia de las relaciones, sobre todo las comerciales, hispano-inglesas. La anécdota de la fabrica de "oja de lata" (sic) de Ronda no tiene desperdicio.






Pedro Estala (1757-1815) fue un religioso escolapio autor de bastantes obras. Afrancesado hasta las entretelas, colaboró con la Administración de José I, donde realizó funciones de bastante importancia. Acabó, como tantos otros, exiliándose en Francia donde murió.





Good night.

9 comentarios:

  1. Alfonso.

    Tienes muchos motivos para sentir cariño y orgullo por tan hermoso impreso. No es nada común ver trabajos de la primera imprenta rioplatense y mucho menos con esa temática.
    Debió salir de las prensas con motivo de la derrota que sufrieron los ingleses en su fallido intento de invadir Buenos Aires.

    ¡Precioso!

    Sobre el recorte de los márgenes, sólo se puede agregar que es obra de un pérfido encuadernador.

    Saludos.

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  2. Alfonso,

    ¿Existe la pena de "mano amputada por pàgina amputada" a los encuadernadores sin escrúpulos por el trabajo tipográfico de otros?

    En fin, nada a añadir al tema sólo que se debería de realizar un estudio concienzudo que evidencie lo que la intuición nos dice: no hay tratado internacional en el que Inglaterra haya perdido nada y no se haya llevado nada de los otros.

    El problema del estudio es la cara tontos que nos queda que sólo podemos superar realizando obras como estas o críticas pueriles sobre los gorros de los invitados a bodas reales, incluso los que llevan las españolas que asisten e intentan combatir con los ingleses en diseños feos. Otra derrota que nos inflingen...

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  3. He estado unos días desconectado, y veo que tengo bastante por leer. Me han gustado mucho todos estos impresos de los últimos días, y tu particular perspectiva de la actualidad, como siempre. Este impreso rioplatense de hoy creo que debe estar contextualizado, como muy acertadamente propone Marco, en la victoria sobre los ingleses en Buenos Aires. Que no fue, por cierto ni la primera, ni la única, aunque muchas veces parece como si nuestra perspectiva histórica estuviera mediatizada por la historiografía foránea: todo el mundo ha oído hablar de la Invencible, Trafalgar o el saqueo de Cádiz, pero muy pocos (bueno, salvo el también muy incorrecto Pérez Reverte, al que le gustan estas cosas) de Cartagena de Indias, por ejemplo. Y un detalle curioso: la mayor parte de los enfrentamientos bélicos entre España e Inglaterra durante siglos, victorias o derrotas, se deben a agresiones inglesas (no a la inversa). Si le dices esto a cualquier inglés con un nivel medio de educación te mirará con perplejidad. Ay, el uso interesado y nacionalista de la Historia...

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  4. ¡¡Enhorabuena por el ejemplar, todo un lujo y gran envidia!!
    Contar con una de las publicaciones de la legendaria imprenta bonaerense es un privilegio extraordinaio que minimiza la salvaje actuación del pérfido encuadernador.
    Saludos bibliófilos.

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  5. El libro es de los que a mi me gustan , temática curiosa, con denominación de origen, de los que se coge cariño. Que envidia malsana me das jajajaja, por cierto también empece, comprando libros alegremente hasta que compre “pasión por los libros” de francisco Mendoza jajajajaaj que daño hacen ciertos libros jajajaajaj

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  6. Gracias por vuestros comentarios. Me apunto a lo de "mano amputada por página amputada". Hay auténticos asesinos con la guillotina que nada tienen que envidiar a Robespierre & C.
    Un abrazo a todos.
    Alfonso.

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  7. Gonzalo: No sé que pasa pero tengo dificultades para entrar en tu nuevo blog. Me sale siempre una página vacia.

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  8. Muy interesante. Precioso libro. He acabado en este blog por casualidad (buscando información sobre Estala y "Cartas de un español a un anglómano") y me ha encantado. Gracias.

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    1. Muchas gracias por tu visita y tu comentario. Además, con ese nombre lo tienes todo ganado.
      Un abrazo.

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